Participación de Citocininas en etapas criticas del cultivo de Aguacate
1.Formación de inflorescencias y flores Una panícula es inducida a formarse aproximadamente desde 7 meses antes de que se vea floración abierta. El desarrollo de la panícula y sus partes tarda 120 días, mientras que la formación de las flores dentro de la panícula tarda aproximadamente 70 a 90 días.  Las distintas partes de la […]

1.Formación de inflorescencias y flores

Una panícula es inducida a formarse aproximadamente desde 7 meses antes de que se vea floración abierta. El desarrollo de la panícula y sus partes tarda 120 días, mientras que la formación de las flores dentro de la panícula tarda aproximadamente 70 a 90 días. 

Las distintas partes de la flor se forman en la siguiente secuencia: primero los sépalos, luego los pétalos, posteriormente los estambres con anteras y finalmente el ovario; la formación del ovario (que será el futuro fruto) comienza a presentarse aproximadamente a los 30 días antes de la apertura de la flor en la etapa fenológica 6-7 (según Salazar y Lovatt, ver foto y tabla al final).

Factores ambientales o de manejo del cultivo en los 4 meses anteriores a la floración son  críticos para definir el número de flores que se van a formar dentro de la panícula, así como para definir la “calidad” de la flor con sus estructuras y en particular sus estructuras reproductivas como el ovario.

Dentro de los factores químicos que influyen de manera directa en la formación de la inflorescencia y sus componentes están las hormonas. El ácido giberélico a 100 ppm inhibe la formación de inflorescencia cuando se aplica en las etapas previas a la inducción floral (6 meses antes de floración) resultando en un menor número de panículas, mientras que si se aplica mas cercano a floración (2 meses antes de la apertura de flores) entonces se altera la forma de la flor reduciéndose el número de estambres, afectando la viabilidad de óvulos, etc.

El efecto de la aplicaciones de citocininas en la etapa prefloral no ha sido estudiada en el aguacate, aunque en otras especies frutales se ha observado que favorecen el vigor de las inflorescencias y la “calidad” de las flores formadas.

2.Amarre de fruto

En el aguacate se forman muchas flores por árbol, de las cuales solo una pequeña proporción llega como fruto; la proporción de cuajado o amarre de fruto es de solo  0.001 a 0.03 %. Este componente de producción es crítico para el rendimiento en ciertas regiones y cultivares, porque define el cuantos frutos se cosecharán por árbol.

El proceso fisiológico del amarre de fruto es complejo en donde intervienen: a) la “calidad de flor” recién formada (morfológica y fisiológicamente funcional en sus estructuras reproductivas), b) la polinización efectiva, c) la fecundación efectiva, y d) aspectos de nutrición, clima, hídricos y patogénicos.

Con el uso de biorreguladores hormonales es posible influir en la “calidad de la flor” recientemente  formada, y con ello potencializar su posterior amarre como frutos. En distintos cultivos como café, banano y uva, se ha observado  y documentado que cuando se aplican citocininas en la etapa que se están definiendo las últimas etapas de formación de la flor (ovario principalmente) hay ese efecto.

La aplicación de distintos biorreguladores simples o complejos en la etapa de postfloración para aumentar el amarre de fruto no han dado efectos consistentes.

3. Tamaño del fruto

Una flor en general y un ovario en particular puede fortalecerse o resultar con buena “calidad” si hay condiciones favorables (nutricionales, hormonales, hídricas clima) durante su formación. En distintas especies se ha documentado que el tamaño del ovario a floración tiene una relación directa con su potencial para terminar como fruto de mayor tamaño, por lo que si se puede auxiliar este proceso entonces se aumenta el potencial productivo.

En el crecimiento del fruto está establecido que la presencia y acción hormonal son factores críticos en la regulación de su tamaño; estas hormonas influyen de manera directa en el número y tamaño de las células de cada fruto. Diversos estudios han mostrado que frutos pequeños de aguacate contienen menos cantidad de hormonas tipo citocininas en comparación con frutos de tamaño mediano o grande.

La aplicación de biorreguladores tipo citocininas ha resultado en aumentos de tamaño de fruto cuando son aplicados en las primeras etapas de crecimiento, lo cual se ha demostrado en distintos cultivos. El uso de giberelinas tambien puede generar ese efecto pero  paralelamente puede inducir crecimiento vegetativo que resulta competitivo y puede en ciertos casos inhibir o reducir la formación de inflorescencias.

4. Hábitos de crecimiento

Un aspecto importante en la productividad del aguacate es la apertura de yemas con los brotes fructíferos (determinados o indeterminados); entre mejor sea esa apertura se eleva el potencial de fructificación. Esa apertura es un proceso regulado por relaciones hormonales. Las auxinas presentes en los ápices terminales inhiben la apertura de las laterales quien a su vez tienen una carencia de citocininas; en la medida que una yema lateral tenga citocininas, ésta tendrá capacidad de abrir y crecer.

Las aplicaciones de citocininas a ciertos cultivos puede estimular la apertura de yemas laterales, lo cual se realiza comercialmente en ciertas regiones.